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¡No toquéis a nuestros hijos!

Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya – Abogado y periodista – Union Romaní – 16 de octubre de 2021

Últimamente se están produciendo en nuestro país reclusiones en centros de acogida de niños y niñas gitanos ordenados por las autoridades del lugar. Yo mismo he tenido que intervenir ante los responsables de alguna Dirección General de la Infancia para reclamar la entrega de sus hijos a padres desconsolados que han visto como la policía, cumpliendo órdenes de funcionarios con alma de piedra, han cogido a los niños y se los han llevado a alguna institución de acogida.

Sé muy bien que este comentario no encontrará la amable acogida que, por lo general, generan mis escritos. Y hasta cierto punto puedo entenderlo cuando quienes justifican esas decisiones de las autoridades suelen decir que les quitan los hijos a los padres para proteger “el bien de los niños”. Pero eso no siempre es verdad. Es más, me atrevo a asegurar que en un muy elevado porcentaje estas criaturas pertenecen a familias donde la pobreza es su signo de vida.

Arrancar a los hijos del lado de sus padres o de sus abuelos es una acción inhumana. Por más que objetivamente el comportamiento de sus progenitores pudiera ser delictivo. Trataré de explicarlo.

 

Tan real como la vida misma

Hace unos días cogí el metro, como hago con regularidad, para ir a mi casa. Me senté en uno de los asientos de la estación a la espera del tren. Observé que en el mismo banco había una mujer joven que me clavó la mirada nada más verme, a pesar de que tanto ella como yo llevábamos puesta la mascarilla anti Covid.

 

—Buenas, —me dijo con gesto atemorizado— Usted es abogado, ¿verdad?

—Sí, lo soy. ¿Por qué me lo pregunta?

—Discúlpeme, señor —añadió—. Me ha parecido que usted es una persona que…

En ese momento se le quebró la voz y empezó a sollozar. El tren hizo su entrada en la estación en ese mismo instante y la invité a que entrásemos juntos para que me contara qué le pasaba.

La insté a que se calmara porque la gente nos miraba alarmada. La pobre mujer hizo un esfuerzo sobrehumano para evitar el espectáculo, lo que provocó que salieran de sus ojos enrojecidos un chorro de lágrimas como pocas veces había visto en mi vida.

—Señor, le pido ayuda. Me han quitado a mis cuatro hijos y yo no puedo vivir sin ellos. Son muy pequeños. El mayor tiene once años y padece una dislexia y la pequeña solo tiene dos añitos. Le ruego que me ayude. Yo ya no sé a quien acudir, por favor, por favor…

 

Una realidad de escalofrio

Nunca pude imaginar que el sistema de acogida establecido en España pudiera ser tan perverso en detrimento de los propios niños y de forma muy especial negando a los padres el derecho sagrado de ser los custodios de sus hijos. He tratado de informarme y no he encontrado mejor fuente que la que proporciona la Asociación para la Defensa del Menor (APRODEME) que atiende casos por toda España, porque, aunque las competencias están transferidas a las Comunidades Autónomas los errores y formas de actuar son muy parecidas. En octubre de 2019 contaban con más de 1.000 familias afectadas por unos servicios de protección del menor que a todas luces debían ser renovados.

Son escalofriantes los testimonios que ofrecen de padres y madres desesperados porque una parte de los poderes públicos actúa con absoluta discrecionalidad pisoteando sus derechos. Me han impresionado los testimonios que aparecen en la revista mensual “Discovery DSALUD”. Francisco Sanmartín nos ha dejado una muestra estremecedora de madres que suplican a los funcionarios que les dejen relacionarse con sus hijos. En enero de este año de 2021 una jueza de Hospitalet ha dictado una demoledora sentencia contra la Dirección General que en Cataluña se ocupa de la infancia (DGAIA). En ella se hace un análisis muy detallado de la manera de actuar de la Administración: “vulneración de derechos fundamentales, poco rigor en los informes, incongruencias, decisiones ya tomadas que se han de justificar, ninguna oportunidad para los padres…”

En dicha Sentencia la jueza dice literalmente cosas como:

“De la lectura de estos documentos (los informes de la DGAIA) puede concluirse que pudiera ser que primero se toman las decisiones respecto a los menores, se ejecutan y luego se documentan, eliminando así la posibilidad de alegaciones previas.”

“Se evidencia vulneración del derecho de defensa… y vulneración del derecho de los menores…dado que los poderes públicos administrativos han efectuado una injerencia en el derecho a la vida familiar de los niños, sin garantías y sin la posibilidad de que sus progenitores biológicos defendieran sus intereses”

 

La nueva Ley del Menor, una Ley incompleta

Se trata, sin ningún género de dudas, de una Ley compleja. La Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia se aprobó con un amplio consenso en el Congreso de los Diputados con el fin de garantizar los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes frente a cualquier tipo de violencia. Y para ello se establecieron una serie de medidas de protección integral que incluyen desde la detección precoz hasta la reparación de daños. Especial atención merece en esta ley el capítulo III dedicado al ámbito familiar.

Pero a los efectos que interesan a este comentario hay que prestar especial atención al capítulo VII donde se refuerza el ejercicio de las funciones de protección de los niños y niñas por parte de los funcionarios que desarrollan su actividad profesional en los servicios sociales. En este sentido, se les atribuye la condición de agentes de la autoridad, en aras de poder desarrollar eficazmente sus funciones en materia de protección de personas menores de edad, debido a la posibilidad de verse expuestos a actos de violencia o posibles situaciones de alta conflictividad. La declaración de desamparo y por tanto la retirada de un menor de su familia se hace sin intervención judicial. Las familias no pueden defenderse ante los Servicios Sociales.

Nuestro sistema de protección de la infancia y la adolescencia está muy cuestionado y necesita una reforma urgente. APRODEME es muy contundente cuando afirma que “esta ley no aborda, por ejemplo, la violencia institucional, la que el sistema ejerce cada día contra miles de familias a las que retiran sus hijos sin ningún tipo de control judicial. Quieren evitar un daño y generan otro todavía mayor. Hay que continuar con la reforma de nuestro sistema para hacer que de verdad ayude a las familias”.

Hay quienes piensan, y así lo expresan, que determinadas instituciones han hecho negocio con la acogida de los niños que arrebatan a sus padres. Un menor ingresado en un centro le cuesta al Estado más de 4.000 euros al mes. Falta voluntad política, manifiestan los expertos, para cuestionar un sistema complejo, con muchos intereses, con “demasiados vicios del pasado”.

 

Los niños son el interés superior de la Ley

Es verdad. ¿Quién lo puede poner en duda? Ellos son los más débiles y consecuentemente los más indefensos. La Ley expresa tantas veces que lo que pretende por encima de todo es “el bien superior” de los niños y niñas que he perdido la cuenta a la hora de contarlos. Pero nosotros, los gitanos y gitanas del mundo, decimos que el bien superior a salvaguardar es la familia. Y de la familia, cómo no, los niños y los ancianos constituyen el bien superior. Y no es gratuito decirlo así. Porque, de lo contrario, la vida puede ser un infierno no solo para los niños sino también para sus madres.

Hace unos días, una niña angelical a quien los funcionarios de servicios sociales habían separado de su madre, sin que un juez lo hubiera autorizado, le decía por teléfono a su madre, ahogada por el llanto:

—¡Mami, mamita, yo no quiero estar aquí! Ven a buscarme. ¡Yo me quiero ir contigo y dormir en mi camita a tu lado!

Les ruego que me crean. Lo que he dicho no es fruto de mi imaginación. Tengo la grabación que lo atestigua.

Llengües

Josep Juanbaró, [email protected], SDRCA, Assoc. – Les Corts – 7 d’octubre de 2021

La llengua catalana-valenciana-balear és la segona nacional d’Espanya. Per comprendre bé aquesta afirmació cal tenir en compte a tots els efectes que Catalunya té tres llengües oficials: el castellà, el català, i l’occità (o aranès).

Fora d’Espanya tenim indrets on s’aplica la nostra Llengua: Principal d’Andorra (única oficial), el Rosselló (com defineixen els francesos) i a l’Alguer (ciutat sarda italiana). A més cal comptar la diàspora de molts que hi parlen en la nostra Llengua

Llengua materna

Catalunya 2.813.000 38,5%

València 1.047.000 21,1%

Balears 392.000 36,1%

Andorra 26.000 33,8%

Aragó 33.000 2,48%

Rosselló (França) 35.000 8,5%

Alguer (Itàlia) 8.000 20%

Carxe (Múrcia) 576 85%

TOTAL 4.353.000 31,2%

Queda clar que hi ha més persones que parlen la Llengua sense tenir-la com a a llengua materna (ni paterna)

Tota llengua se sustenta en una cultura pròpia. A tall d’exemple, jo tinc molt d’afecte per la llengua francesa, que vaig aprendre amb el suport de la seva cultura. Puc afegir també que el meu afecte per la llengua alemanya també es deu a la seva cultura

Es comenta actualment que la Llengua està passant per una mala temporada. Cal que persones expertes puguin posar a l’abat de tothom un interès per la Llengua

Vull expressar els meus millors desitjos a les persones que han vingut de fora per quedar-s’hi, Moltes d’aquestes persones parlen la Llengua. Un esforç important perquè ningú obliga a aquestes persones a parlar amb la Llengua tot i que només estan obligats a parlar castellà

Vull expressar aquí una anècdota de fa temps. Grups d’origen castellà de Ceuta i Melilla van lluitar per fer oficials àrab (a Ceuta) i amazic (a Melilla), però no se’n van sortir…!

Hi ha molts ganxos per atreure a la Llengua persones de tot origen. Hi ha especialistes que ho saben fer

Una possible acció podria ser promocionar la Llengua amb una campanya encarada a acadèmies i escoles de llengües encara que no la hi ensenyin. Podria anar adjunta amb material gràfic com ara un pòster

 

 

 

El Tribunal Constitucional es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra

Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya – Abogado y periodista – UNION ROMANI – 10 de septiembre de 2021

El 26 de mayo de 2009 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó al Gobierno español a pagar a María Luisa, “La Nena”, la pensión de viudedad que le correspondía y que la Seguridad Social le negaba porque, según ellos, la “boda gitana” no es un verdadero matrimonio.

Ese juicio lo ganamos a pesar de que los tribunales españoles —Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional— se empeñaron en darle la razón al Gobierno de España empeñado en negarnos a los gitanos la validez y la trascendencia de la más antigua y significativa costumbre de la comunidad gitana universal.

Aquella sentencia fue celebrada por toda la comunidad gitana mundial. Que fuera nada más y nada menos que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos quien nos diera la razón, supuso dar un paso de gigante para el reconocimiento universal de nuestra cultura milenaria.

Permítanme que les diga que hay dos acontecimientos en mi ya larga vida que son los más importantes de mi actividad política: La primera, obviamente, ser partícipe en la elaboración de la Constitución Española que lleva la firma de un gitano, la mía. Y la segunda haber intervenido como abogado en la vista oral del juicio celebrado en Estrasburgo contra la sentencia del Tribunal Constitucional de España que negaba la validez civil del matrimonio gitano para que una mujer gitana se beneficiase de su pensión de viudedad. ¡Y ganamos aquel pleito y el Gobierno español fue condenado!

Si tienen curiosidad por ver y oír mi intervención en aquel pleno, este es el enlace: https://youtu.be/R7nq_fv-50U dura 14 minutos. No se extrañen que durante el primer minuto el presidente del Tribunal hable en francés. Inmediatamente la sesión continuará en castellano.

El Tribunal Constitucional es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

Dicho sea, con todo respeto. Al fin y al cabo, todos los seres humanos somos animales racionales y por lo tanto sujetos capaces de chocar contra la misma piedra todas las veces que se nos ponga por delante. Cosa que no hacen los burros. Su instinto les advierte de dónde está la piedra y cuando llegan a ella la bordean y así no caen al suelo.

Pero nuestro Tribunal Constitucional no escarmienta. Tropezó en el año 2009 y ha vuelto a tropezar en 2021. Que lo hiciera en aquel primer encontronazo podría tener una cierta lógica. Los gitanos nunca gozamos de buena fama y la historia española, hasta la Constitución de 1978, estaba plagada de pragmáticas que daban la razón a quienes nos consideraban carne de trullo y esclavos de las galeras. Pero la sociedad española empezaba a estar sensibilizada ante el sufrimiento injustificado de la comunidad gitana y tras el largo túnel de la dictadura, el artículo 14 de la Carta Magna se alzaba como el baluarte capaz de garantizar que debíamos ser tratados como el resto de los españoles.

Pero la vida, a veces, da sorpresas inesperadas. Tuvo que ser el magistrado Jorge Rodríguez Zapata quien rompiera moldes redactando un Voto Particular contrario al que el resto de los miembros del Tribunal acababan de expresar. Por primera vez en la historia de nuestro país, un magistrado discrepa de la mayoría de los miembros del tribunal para decir que “es necesario reconocer que existe discriminación indirecta cuando una disposición, criterio o práctica aparentemente neutros sitúe a personas de un origen racial o étnico concreto en desventaja particular respecto a otras personas.” Recuerdo que en aquellos días hice conocedor de la sentencia adversa del TC a Manuel Jiménez de Parga que anteriormente había sido presidente del Tribunal Constitucional. Su criterio coincidía plenamente con el del magistrado Rodríguez Zapata.

Por suerte para nosotros, el lugar ocupado por Rodríguez Zapata lo ha tomado Juan Antonio Xiol Ríos en cuyo voto particular ha hecho un verdadero alarde de conocimiento de la realidad gitana de España. El señor Xiol Rios ha sabido compaginar la fuerza demostrativa que tienen los datos demoscópicos relativos a la comunidad gitana nacional con los valores de mayor trascendencia cultural de los que la comunidad gitana se siente orgullosa. Lo que le lleva a decir con el TEDH que la toma en consideración de la pertenencia a una comunidad —en este caso la gitana— en el seno de la cual la validez de la unión de vida según sus propios ritos y tradiciones no ha sido nunca discutida ni considerada contraria al orden público por las autoridades nacionales, demuestra «que la fuerza de las creencias colectivas de una comunidad culturalmente bien definida no puede ser ignorada».

Pero antes de que el Tribunal Constitucional se pronunciara han tenido que intervenir otras instancias judiciales.

Andalucía ha dicho sí al matrimonio gitano

No podía ser de otra forma. En la tierra de María Santísima huele a albahaca y romero por donde quiera que se pise. No es de extrañar, pues, que los magistrados de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en Granada —algo tiene el agua cuando la bendicen— votaran sí por unanimidad en el Recurso de Suplicación contra Sentencia dictada por el Juzgado de lo Social núm. 4 de Jaén. Ese honor les corresponde a los magistrados José Manuel González Viñas, presidente; Francisco José Villar del Moral, ponente y a la magistrada Leticia Esteva Ramos.

Por desgracia el Tribunal Supremo nos vuelve a dar la espalda

Lamentablemente el Tribunal Supremo se ha alineado con la Seguridad Social para negarle a la buena gitana su escasa pensión de viudedad de 480 euros mensuales. Según los magistrados contrarios a la validez del matrimonio gitano no se le puede dar la pensión, entre otras razones, porque no figuran inscritos como pareja de hecho en ningún registro público. ¡Válgame Dios! Por suerte el camino iniciado por Rodríguez Zapata empieza a ser recorrido con brillantez por ilustres juristas. Tal es el caso de María Lourdes Arastey Sahún, que expresa su voto disconforme con el de la mayoría y al que se adhiere la magistrada María Luisa Segoviano Astaburuaga. Estas dos magistradas merecerían ser gitanas. Presten atención a lo que dicen:

“Por ello, exigir en estos casos que la existencia de la pareja de hecho se acredite por la inscripción del registro de parejas se torna claramente redundante y, por ende, innecesaria, en la medida en que para la pareja gitana la aceptación de la llamada “ley gitana” les convierte, a su entender y al del resto de la comunidad en la que desarrollan su vida, en una unidad matrimonial no cuestionada como tal y, si cabe, con más fuerza”.

Cuanta razón lleva Jesús Alfaro cuando reconoce que “La irracionalidad del legislador puede dar argumentos a los análisis más disparatados y a los resultados interpretativos más improbables”. Tal vez por eso cuando le preguntaron a Einstein su opinión sobre la refutación de su famosa teoría dijo que “no tengo tiempo que perder estudiando los detalles de una sentencia (conclusión) que es evidentemente errónea”.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, una vez más, tiene la última palabra.

Los gitanos de Afganistán

Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya – Abogado y periodista – UNION ROMANI, 20 de agosto de 2021

Casi todo el mundo está dispuesto a aceptar que los gitanos podíamos haber abandonado la India en torno al año 1000 y que bajo el imperio de Mahmud de Ganzi, nuestros antepasados se desplazaron desde la India a Pakistán, Irán, Afganistán y Turquía. De ahí cruzaron hacia los Balcanes en el siglo XIV, llegando a Rumania, Serbia y Bulgaria. De Grecia todo el mundo tiene constancia escrita de nuestra presencia en el año 1302

Varios pueblos similares a los gitanos viven hoy en día en la India, aparentemente originarios del estado de Rajastán, cuya capital es Jaipur, y que está ubicado al oeste del país, limitando al norte con Punyab, y a su vez, poblaciones gitanas reconocidas como tales por los propios gitanos habitan todavía en Irán con el nombre de Luri, palabra de origen persa que significa “gitano”, y es el nombre más antiguo documentado para referirse a los gitanos, que se conservó durante la dinastía Yuan.

La lengua gitana, fundamento inapelable de nuestro origen

Pero hubo un momento en que alguien pensó que nuestra lengua, el Rromanó, podía tener su origen en Afganistán. Fue el profesor Christian Büttner, quien en 1771 había aventurado la posibilidad de un origen indio o acaso afgano de los gitanos. Sin embargo, el honor de ser el descubridor del origen del pueblo gitano, basando su investigación en el estudio comparado de las lenguas, fue Johann Rüdiger, catedrático de la Universidad de Halle, quien en 1782 publicó un artículo de investigación lingüística, en el que analizaba el habla de una mujer gitana, Barbara Makelin, y la comparaba con el idioma recogido en una gramática alemana del hindi.

Los gitanos afganos al terminar el siglo XX

Los gitanos afganos, como todos nuestros antepasados, seguían siendo nómadas. Compartían su tiempo estando largas temporadas viviendo en la cima de las montañas y cuando el tiempo lo permitía poblando las áridas estepas de la región. Hace, pues, 22 años que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estimó que había 55.000 gitanos en el campamento de Spinnboldak. Pero varios miles de familias figuraban agrupados además en diversos campamentos cerca de la frontera con Pakistán, a las que hay que añadir las que vivían en desgastadas tiendas en los precipicios encima del ancho río Helmand, entonces seco a causa de la misma sequía que había devastado la vida de los gitanos.

La comunidad gitana de Afganistán tal vez alcance la cifra de 100.000 personas, aunque sus componentes no deben ser descendientes de las primeras oleadas que salieron de la India, sino que han llegado hasta el territorio afgano en diferentes momentos. Por ejemplo, hoy se pueden encontrar pequeños grupos que emigraron a finales del siglo XIX y principios del XX desde lo que entonces era territorio ruso y hoy convertidos en territorios independientes.

Los gitanos asiáticos, nuestros hermanos mayormente desconocidos en Occidente, no se asentaron mayoritariamente en los diferentes países que encontraron en su éxodo cuando huían de los musulmanes que conquistaron el Punjab, sino que buscaron afanosamente llegar a la Europa, lo que no impidió que millones de ellos se quedaran en Asia Menor (Turquía) o que durante la invasión de Afganistán por el ejército ruso en la década de 1980 algunos grupos gitanos les siguieran.

Difíciles condiciones de vida de los gitanos afganos

Hace 22 años que los americanos, encabezando las fuerzas armadas de otros países integrantes de la OTAN, invadieron Afganistán derrotando al Estado que los talibanes habían impuesto en aquella inhóspita tierra. Gracias a aquella guerra los gitanos afganos pudieron tener la esperanza de sobrevivir. La ayuda humanitaria llegó a ellos en último lugar, pero al fin llegó cuando tal vez el precio pagado por la supervivencia fue demasiado alto. La guerra establecida por los americanos les llevó comida y medicamentos, pero la terrible sequía padecida durante los últimos años acabó con la vida de sus camellos y sus rebaños con lo que su antiguo modo de vida empezó a peligrar.

Cuando los americanos llegaron a Afganistán hace 20 años, los Kochi —con este nombre son conocidos los gitanos afganos, igual que en España nos llaman los Calé— sufrieron un cambio radical en sus vidas. La guerra les impidió seguir siendo nómadas. Se quedaron sin sus camellos y sus ovejas con las que atravesaban el país en caravanas anuales pasando por las ciudades de Ghazni, Herat, Uruzgan o atravesando los valles del sur y del centro de Afganistán. Se quedaron sin su principal medio de vida y perdieron la razón por la que viajar con sus animales.

Los problemas de los gitanos afganos no terminaron con la derrota de los talibanes hace 20 años, como tampoco lo hicieron bajo la campaña militar estadounidense. ¿Qué pasará ahora con ellos cuando los talibanes han vuelto al poder? ¿Podrán seguir siendo gitanos al margen de la sociedad afgana y de sus costumbres? Antes, cuando tenían camellos y ovejas, las caravanas de los Kochi, con sus mujeres convertidas en una ráfaga de color, luciendo vistosos adornos de plata y balanceando sus negras trenzas, atravesaban el país.

Maravilloso contraste con una sociedad donde las mujeres viven cubiertas de velos negros.

Los números cantan

Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya – Abogado y periodista – Presidente de Unión Romani – 4 de agosto de 2021

Durante más de 30 años, los primeros de su existencia formal, la Unión Romaní se ha distinguido por ser impulsora de que los gitanos y las gitanas fueran los artífices de su propio destino y administradores de su libertad. Durante muchos años, casi toda la acción social dedicada a nuestro pueblo había estado en las manos de organizaciones religiosas. En honor de la verdad fue Cáritas Diocesana de Barcelona, y junto a ella unos cuantos entregados jesuitas, quienes pusieron en marcha programas muy avanzados para su época porque intentaban implicar a los gitanos en las labores de su propia promoción.

Vivimos horas bajas

La realidad que hoy vive el pueblo Gitano en España no tiene nada que ver con la de aquella época. Al llegar la democracia en 1977, el 80% de los gitanos y gitanas eran analfabetos y el índice de pobreza de nuestras familias era absolutamente tercermundista. Hoy la lacra del analfabetismo ha quedado reducida a una parte de los ancianos y personas muy mayores de nuestra comunidad.

Pero vivimos horas bajas porque se han frustrado muchas de nuestras ilusiones de autogobierno y autoadministración de nuestra actividad ciudadana y cultural. Y no se trata de buscar responsabilidades. Sería muy fácil descargar toda la culpa en los diferentes gobiernos que ha tenido España en los últimos 40 años. Unos han hecho más y otros han hecho menos. Pero en todos hemos encontrado posibilidades de diálogo para presentar nuestras propuestas.

Se impone, a estas alturas, definir con claridad, qué es lo que de verdad queremos conseguir los gitanos españoles. ¿Queremos ser, de verdad, administradores de nuestra cultura y defensores de nuestra peculiar manera de entender la vida? España es un territorio especialmente propicio para que sus diferentes comunidades puedan defender libremente su identidad. La Constitución Española lo permite y a ella nos confiamos.

O, por el contrario, ¿queremos seguir siendo gestores de la caridad cristiana y administradores del dinero que nos dan los poderes públicos para luchar contra la marginación que todavía padecemos? Si es esto segundo ya sabemos lo que hay que hacer. Hay quien lo hace con resultados espléndidos.

Al final, casi todo se reduce a una cuestión de números. O mejor, como dijo Gottfried Wilhelm Leibniz: “cuando Dios canta para sí mismo canta álgebra”. Célebre declaración de un matemático en la que se revela esa misteriosa relación que existe entre la música y el número.

Acabamos de publicar nuestra Memoria de Actividades desarrolladas durante el año 2020 donde los números cantan y dan una idea de lo que hacemos con el dinero que recibimos y en qué lo gastamos. Lo malo es que la canción que interpretan los números del dinero del que dependemos es más propia de un funeral.

En el siguiente enlace podrá ver una relación detallada no solo de nuestras actividades sino del dinero de que disponemos, de quien lo recibimos y en qué lo gastamos.

https://unionromani.org/downloads/URmemo2020.pdf

 

NEVIPENS ROMANI

Maricarmen Bastante García – Departamento de distribución – UNION ROMANI, 30 de julio de 2021

Os adjuntamos el último número de nuestro periódico quincenal NEVIPENS ROMANI. Es la fuente de actualidad donde las generaciones futuras podrán conocer que haciamos los gitanos y las gitanas de hoy en dia.

Y para leer en estas vacaciones (quien pueda hacerlas) les ofrecemos una pequeña selección de libros, a precio reducido, que, a nuestro juicio, podrían ser de su interés.

Mòbils

Josep Juanbaró, [email protected] – SDRCA, Assoc. – Les Corts – 28 de juliol de 2021

Mai no havia tingut tan clara la necessitat de mòbil com quan fa uns vint-i-tres anys vaig experimentar un accident en sèrie a l’autovia de Barcelona a Lleida

Tothom que s’interessa pels detalls queda garratibat. Uns atribueixen que siguem vius a la meva bona conducta al davant de la conduccó de cotxe…

El que sí que tinc clara és que anàvem desprovistos de mòbil. Molt agradablement els col·legues dels xocs ens van deixar trucar al nostre lloc de destinació

Quan vam tornar a casa, la primera cosa va ser comprar un mòbil de recàrrega

Han passat els anys, ara tinc el meu mòbil al calaix perquè només l’utilitzo per treballar amb banca electrònica

Ara vaig cap el que m’interessa. Hi ha molta gent que té la necessitat d’endur-se el mòbil cap a tot arreu, però només l’utilitzo per banca electrònica (pels codis)

La major part de la banca exigeix que tinguis mòbil per les seves aplicacions. Hi ha alguna llei que obligui a operar segons el mòbil ?

Entenc que el manteniment del mòbil i d’internet l’hauria de pagar la banca, però això no és així. Tanmateix, el nostre immobilitzat material dipositat a la banca hauria de ser de la propietat dels clients. Com a conseqüència els clients haurien de ser propietaris dels seus bancs

I això pot donar peu a moltes idees de model bancari. És absurd que molts bancs facin pagar als seus clients unes comissions bancàries exorbitades. Motiu de més perquè els clients en siguin propietaris proporcionalment

Només és per pensar-hi una mica…!

 

Sant Jaume o Santiago

Josep Juanbaró, [email protected] – SDRCA, Assoc. – Les Corts – 25 de juliol de 2021

Sant Jaume el Major (Betsaida, Galilea ? – Jerusalem, v. 44 dC), segons el Nou Testament, fou un dels dotze apòstols de Jesús de Natzaret. La tradició cristiana creu que les seves restes es troben a la Catedral de Santiago de Compostel·la que és un important lloc de peregrinació del Camí de Sant Jaume.

Era fill de Zebedeu i Maria Salomé, i germà gran del també apòstol Joan. Els evangelis segons Mateu (Mt. 4, 21-22) i segons Marc (Mc, 1, 19-20) narren que Crist els va trobar amb el seu pare a la ribera i que els cridà llavors perquè el seguissin, anomenant-los boanergues, que significa “fills del tro”. Va ésser un dels tres apòstols testimonis de la Transfiguració. Segons els Fets dels Apòstols (12, 1-2), va morir decapitat per ordre d’Herodes i Agripa.

 

Font: wikipedia

La policía militar de Vitòria da Conquista (Brasil) está dando caza a los gitanos de la zona matándolos en el sitio

Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya – Abogado y periodista – Vicepresidente de Unión Romani Internacional (IRU) – UNION ROMANI, 19 de julio de 2021

Cuesta trabajo dar testimonio de estos terroríficos acontecimientos. La policía militar de esta importante ciudad que tiene más de 340.000 habitantes ha salido de caza matando en el acto a cualquier gitano o gitana que se encontraban en su camino. Y no solo eso, los policías están promoviendo una verdadera caza y matanza de las familias gitanas de la ciudad y la región. Así lo han denunciado públicamente en un comunicado de emergencia más de 100 firmantes de un documento entre los que están las asociaciones gitanas del país, personalidades de la cultura y la ciencia, así como, entre otras la Universidade Estadual de Feira de Santana, la Universidade Estadual de Mato Grosso, la Universidade São Paulo, la Universidade do Estado da Bahia, la Universidade Federal de Alfenas, y la Universidade Estadual da Paraíba.

Llamamiento a las autoridades

Estas entidades hacen un llamamiento a los poderes públicos brasileños pero especialmente al Gobierno de Bahia” (BA), al “Ministério Público Federal” (MPF), al “Ministério Público Estadual” (MPE), y a las Comisiones de Derechos Humanos del Senado y de la Cámara Federal, para que intervengan inmediatamente con el fin de detener la masacre y el terror que están sufriendo las comunidades gitanas de Vitória da Conquista y los pueblos de la región por parte de la Policía Militar del estado de Bahia desde los sucesos ocurridos en la tarde del martes, que fueron los siguientes:

Esto fue lo que ocurrió

Esa tarde, en el distrito de Zé Gonçalves que pertenece al municipio de Vitòria da Conquista, se suscitó una riña entre dos policías vestidos de civil y una familia gitana del barrio. La consecuencia del enfrentamiento fue la muerte inmediata de dos gitanos a la que siguieron la de los dos policías que intervinieron en el conflicto. A partir de ahí “los policías están promoviendo una verdadera caza y matanza de las familias gitanas de la ciudad y de la región.”

Venganza ciega y bruta de la policía

Según testimonios de los vecinos y de los medios locales, más de 20 personas fueron tiroteadas indiscriminadamente entre las cuales más de seis gitanos fueron muertos al instante y otras 15 personas resultaron heridas de bala. Al día siguiente, un adolescente gitano de solo 14 años que se encontraba dentro de una farmacia fue tiroteado por un hombre que llevaba la cabeza cubierta por un casco, mientras que otro joven fue asesinado delante de un puesto de Asistencia Social.

Al margen de esta barbarie, muchos gitanos y gitanas están sufriendo todo tipo de violencias en los controles. Están siendo quemados sus coches y algunas casas de las familias gitanas han sido quemadas. Y otras violentadas por la policía sin ningún tipo de autorización judicial. Lo que ocasiona que muchas familias gitanas no se atrevan a salir de sus casas, ni siquiera para comprar alimentos, por miedo a que la policía las violente.

A lo que hay que añadir el sufrimiento de los familiares de las personas muertas cuyos cuerpos siguen en el Instituto Médico Legal. Las autoridades nos les dejan verlos y menos realizar los funerales que la tradición gitana les impone.

Nuestra reacción

Desde la Unión Romaní Internacional (IRU), y en su nombre la Unión Romaní española, apoyamos incondicionalmente las acciones que reclaman las organizaciones firmantes del Manifiesto al tiempo que anunciamos la realización de las siguientes acciones:

Uno. Manifestar nuestro apoyo incondicional y disposición para ejercer cuantas acciones sean acordadas desde la “Associação Nacional das Etnias Ciganas” que tiene su sede en Sobradinho/Brasília/DF y cuyo presidente es Wanderley da Rocha.

Dos. Solicitar del Gobierno español y concretamente del nuevo ministro de Asuntos Exteriores, que traslade a las autoridades de Brasil el interés de la comunidad gitana española porque se ponga fin a las agresiones que sufren los gitanos brasileños de la región de Vitòria das Conquista, y porque se haga justicia contra quienes abusando de su poder han cometido los crímenes conocidos.

Tres. Solicitar con urgencia la intervención de las Naciones Unidas para que ponga en ejecución las ayudas previstas para paliar las necesidades de los ciudadanos que sufren estos ataques que claramente violan la carta fundamental de la más alta institución internacional. Confiamos en la especial sensibilidad del Secretario General, Antònio Guterres, que siendo portugués puede entender mejor la tragedia por la que atraviesan los gitanos brasileños.

Cuatro: Reclamar del actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, la protección de los 800.000 gitanos y gitanas brasileños que pueden sufrir las consecuencias de una creciente ola de antigitanismo promovida por los grupos racistas del país.

En Brasil el racismo no tiene cabida

Brasil no puede ver manchado su nombre por el comportamiento irracional y asesino de unos policías ciegos de odio y de venganza. Brasil es un gran país donde los diferentes grupos gitanos — Kaló, Rom y Sinti — han contribuido con eficacia a su desarrollo. Pero, sobre todo, Brasil puede presumir con orgullo, de haber sido el primer país del mundo cuya principal autoridad ha sido ejercida por un gitano: Juscelino Kubitschek de Oliveira, un médico de origen muy humilde. Fue elegido presidente del país en 1956 y durante los cinco años de su mandato el país experimentó un desarrollo inigualable, lo que hace que el Presidente del Gobierno de Brasil más querido, recordado y respetado por la mayoría del pueblo brasileño fuera un gitano.

No consentiremos que unos maldecidos racistas, aunque sean policías, empañen la historia de un pueblo donde el racismo no tiene cabida.

Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya – Presidente de Unión Romani, 17 de julio de 2021

Reconozco que me pongo muy nervioso cuando en los actos en que participamos oigo cantar nuestro himno internacional y la gente se pone en pie, pero sin abrir la boca.

Hay que poner fin de una vez por todas a esa anomalía. El Gelem, Gelem se compuso para que lo cante el pueblo, para que lo cante la gente. Se ha de acabar el espectáculo de ver como unos artistas subidos a un escenario lo interpretan como si se tratara de una pieza de ópera.

Hace 50 años, cuando se creó el himno en el Congreso Internacional de Londres, no existía Internet ni teléfonos móviles. Era lógico, pues, que muy poca gente tuviera facilidad para aprenderlo. Pero hoy es muy fácil. Con el móvil, igual que vemos y oímos cantar a Camarón podemos ver y oir como se canta el Gelem, Gelem.

Vamos a pedir a los maestros y maestras de las escuelas donde hay niños gitanos que lo enseñen a sus alumnos. A ver si así lo aprenden también sus padres y sus madres. De verdad que es muy fácil.

Y vamos a empezar haciéndolo el próximo día 29 en el acto oficial de conmemoración de las victimas del Holocausto. Sin miedo.

Un ofrecimiento

Tengo una versión musical para aprenderlo. La grabamos un día bajo la dirección de Moncho, que en paz descanse y por el músico Josep Tarradellas. Se la enviaremos por WhatsApp a todas las personas de quienes tenemos su número de teléfono móvil.

Y aquellos de quienes no tenemos su número de móvil que nos lo envíen por este mismo medio y lo recibirán.

Sastipen thaj mestipén (Salud y Libertad)
Te aven Baxtalé (Que seáis felices) Tradicional saludo de los gitanos europeos